domingo, 24 de febrero de 2013

El comienzo

Las aventuras de El Capitán Trueno nacen el 14 de mayo de 1956. Es ese día cuando la Editorial Bruguera lanza al mercado un nuevo personaje, un caballero medieval que estaba concebido con la idea y guión de Víctor Mora y que se encarga de dibujar Miguel Ambrosio Zaragoza, "Ambrós". El personaje nace en unas pequeñas revistas apaisadas dentro de una colección que ya existía con otros personajes y que llevaban por título Colección Dan.
El éxito de la revista fue arrollador casi desde el primer día y a partir de este momento se consagraría el personaje y la revista que duraría hasta el número 618, reeditándose posteriormente en diversos formatos.
El primer fascículo, cuyo el título es  ¡A sangre y fuego!, costaba 1’25 pesetas y la historia comienza “en un campamento de los cruzados, frente al último bastión árabe en Palestina.....”, y el primer personaje que aparece, antes incluso que el protagonista de la nueva colección es Ricardo Corazón de León.



domingo, 23 de enero de 2011

¿Por qué el Capitán Trueno?


Para mí siempre había sido un personaje especial el Capitán Trueno. Desde pequeñito he tenido un recuerdo muy agradable de esos tebeos, aunque nunca me había parado a pensar en la razón de esa predilección.
Incluso recuerdo que hace unos años me compre una colección completa, compuesta por 18 tomos con las aventuras. Eso ocurrió hace veinte o veinticinco años. Los compré, los estuve mirando, incluso llegué a leer algunas de sus aventuras, pero al final terminaron en la estantería sin que volviera a abrirlos. Luego fui comprando algunos de otras colecciones por internet, con lo que ahora la estantería ha ido creciendo con los Fans, los especiales de verano y navidad, e incluso me compre los tomos encuadernados del facsímil de los cuadernillos.
Un domingo por la tarde estaba en internet y no sé cómo entre en una página que tenía un enlace a una página del Capitán Trueno y curioso, entré en ella y estuve mirándola, primero de forma distraída y luego con más detención. Poco a poco me fue absorbiendo y conforme iba leyendo me comenzaron a venir los recuerdos, unos recuerdos que tenía medio dormidos. Cogí los dos primeros tomos de la colección y comencé a mirarlos y luego a leerlos con mas detención. ¡Coño, fueron un catalizador porque los recuerdos comenzaron a fluir!.
Sevilla, sanatorio de San Juan de Dios, una cama y en ella un niño de ocho o nueve años más aburrido que una ostra en una tarde sábado.
-¿Cuándo traerán los tebeos?.
- Antoñito, ahora, ahora. Que pesadito eres.
Recuerdo un montón de tebeos,  un montón, una montaña enorme, diría yo, de tebeos de todas clases y colores que iban repartiendo entre todos los niños que estábamos en la gran sala de más de cuarenta camas donde otros tantos niños pasábamos días, semanas y años eternos que solo se hacían más cortos gracias a las visitas de los padres los domingos por la mañana, la lectura que el hermano Alejandro hacía de Guillermo Tell los lunes y miércoles y los martes, jueves; y los sábados de Capitán Trueno.
- ¿Ya empezamos otra vez con el Capitán Trueno?. Pero si hay un montón de tebeos de todas clases. Venga que no puedo esperar tres horas a que tú rebusques.
- Espera, espera hermano. Espera, que estoy buscando a ver si encuentro el álbum grande que no he leído.
- Venga date prisa que los demás están esperando.
Aprendí a leer, a jugar, a fantasear a imaginar junto al Capitán Trueno, a Goliat, Crispín y Sigrid. ¡Dios que buenos ratos!.
Seguramente algunas personas pensarán que me conformaba con muy poca cosa, con cinco o seis tebeos apaisados o con un álbum grandote del capitán, pero para mí era la felicidad o por lo menos ahora lo recuerdo como la felicidad. La felicidad de un niño de ocho años, un niño que aunque no era infeliz, tampoco tenía muchas cosas para poder ser como los demás niños.
Así que ahora cuando estos recuerdos han llegado, tengo que agradecer a los autores que me dieran esos ratitos de felicidad, ah y que me enseñaran a leer y puede que muchas más cosas, de ello estoy convencido.
Esas son las razones que hacen que inicie este blog, sin grandes pretensiones. La única la de dar un pequeño homenaje a esos personajes, a ese guionista y a esos dibujantes que me dieron muchas tardes de distracción, de entretenimiento.